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Este es mi blog personal donde expresaré mis comentarios y opiniones sobre diversos temas.

viernes, 4 de septiembre de 2009

Sillas de montar calientes

Aquí estoy, a un día de terminar la Escuela de Verano y escuchando chistes de Eugenio por el Spotify, para contaros los dos últimos días. El miércoles era el día de los actos sociales. Por la tarde, teníamos visita organizada al Palazzo Madama. Para llegar hasta allí, cogimos el tranvía. El tranvía, como en Milán, también es viejuno, se combinan unos vagones que deben ser de los 50-60 con otros de los 80-90, pero ninguno moderno como los que podemos encontrar en Valencia. Muy peliculero, y toman las curvas a toda velocidad, por cierto. Este palacio se encuentra ubicado en la Plazza Palazzo, la plaza central de la ciudad donde está el gobierno del Piamonte y el Palacio Real. Como llegamos antes, pasamos por la Catedral de Turín para ver la Capilla de la Sábana Santa. Pero no la Sábana, porque se encuentra guardada en una urna, y no podemos verla salvo en contadas excepciones. Por ejemplo, en el jubileo del 2000 y el año próximo en una visita de Su Santidad el Papa.

Después al Palacio para verlo con su colección de arte y subir a una de sus torres para ver las vistas a la ciudad, con la Mole y los Alpes como aspectos destacados. Por la noche, cena social, con todo el mundo. La cena, un tanto decepcionante la comida. En Italia se come bien, muy bien, en todas partes. Pero aqui la cena estaba servida por la cafetería del Educatorio, así que no era una cena de mucho postín. Nos sentamos con los de Barcelona, que no quiere decir que sean españoles, ni catalanes, y nuestra mesa fue demasiado ruidosa para los europeos. El momentazo llegó cuando un valenciano (que no soy yo), se sentó y dobló las patas de su silla de plástico y acabó sentado a ras de suelo con el posterior aplauso de toda la sala que no veía lo que aplaudía. Tras la cena, como los tres mosqueteros valencianos somos como la Cenicienta pero en friki, nos fuimos a dormir para ir hoy a clase.

Y hoy, después de las clases, momias, sarcófagos y demás en la visita que hemos hecho al Museo Egipcio de Turín, que es el segundo más grande del mundo. Al volver a nuestra zona residente, otra cena de pizza en un restaurante italiano, otra elección acertada. Y después, el segundo gelatto italiano del viaje. Pocos helados, lo se, pero es que la comida aqui ya te deja lleno.

Para terminar, quería hablaros de mi vecino de habitación, apodado como el 'asilvestrado'. El otro día vemos la puerta abierta de la habitación contigua a la mía, me asomo, y alli estaba él, sin camiseta y estudiando en su mesa. Más tarde, se estaba duchando con la puerta de su habitación abierta. Lástima que fuera un hombre.

Lástima que el viaje se esté acabando, pero ya hay ganas de volver al hogar.