Ya no veo Telecinco

¿Es grave doctor? Ayer, antes de que empezara Mickinoku (un nuevo programa de wrestling japonés, puroresu para ser más exactos) en esta cadena, reflexionaba sobre las veces que la veo. La respuesta es casi nada. Sólo la Formula 1 cuando no tengo disponible por el motivo que sea la televisión catalana, pero del resto, nada de nada. Y bueno, Aida cuando hay nuevos capítulos, pero nada más. Ni siquiera Aguiñano, que ya no se ni a que hora lo hacen.

Aunque tampoco creo que me esté perdiendo gran cosa. Por la mañana, Ana Rosa, por la tarde 'Yo soy fea' y 'Podría estar pasando' (grande Angel Martín) y por la noche alguna serie española sin interés para mi, o alguna película que tendrá inmensas pausas para la publicidad. Lejos quedaron los tiempos en que habían series míticas como 'Médico de familia' o programas como 'El Informal', 'Caiga quien Caiga' o 'Crónicas Marcianas', un programa que empezó estando bien teniendo buenos colaboradores como Manel Fuentes, Galindo, Rosario Pardo o Mariano Mariano y que acabó con strippers subidas a una mesa enseñando sus vergünezas a Boris Izaguirre, otro que también las enseñaba.

Creo que el punto de inflexión de Telecinco hacia la decadencia de la telebasura llegó con Gran Hermano y otros realities, que empezaron como una gracia, pero que han acabado como un concurso para ver quien es la más puta y el más imbécil de la casa (con perdón). Trapos sucios a mansalva es lo que podemos ver en esta cadena, que es la que más mierda echa sobre la Familia Real, un terreno vedado en el que TVE no se atreve ni rozar. Ni siquiera los niños pueden encontrar su espacio matinal, ya que el Club Disney hace años que dejó la cadena, y se tienen que conformar con ver a Pocoyó en la cadena pública.

Si la televisión en España es basura, podríamos decir que Telecinco es como los residuos orgánicos: está en descomposición y apesta.